martes, 16 de noviembre de 2010

La mejor manera de pensar es interrogarse sobre lo que se piensa

Se debe de pensar antes de hablar como también lo podemos analizar desde el punto de vista de que el pensamiento se debe cuestionar por que se tiene determinado objetivo  atreves de poder definir el criterio del pensamiento que se tiene sobre las cosas y que todo pensamiento tiene una causa siendo voluntad

Preguntas

Crear es parir sentido
Cada individuo de acurdo a su punto de vista puede dar a conocer sus pensamientos y sus criticas expresándolos o través de una creación (Arte, Música etc.)

BIBLIOTECA LA PILOTO

IMAGEN QUE MAS ME LLAMO LA ATENCION


Plaza de Mercado
Foto: Rodriguez
1915
 Esta imagen me llamo la atención porque  es lindo ver cómo era Medellín hace 95 años resaltar su arquitectura. También se puede ver como al ser una plaza principal de mercado se veía la tranquilidad..

DAVID NEBREDA

No hay nadie que haya jamás escrito, o pintado, esculpido, modelado, construido, inventado a no ser para salir del infierno. Estas palabras de Antonin Artaud, excepcional artista enfermo de esquizofrenia, sirven ahora para presentar las imágenes más impactantes del nuevo mártir del panorama artístico internacional. Heridas, amputaciones, flagelaciones y llagas en su piel (todas ellas reales y no simples performances fingidas) dan cuenta de la relación especial que la locura puede mantener con la creación fotográfica en el caso de David Nebreda (Madrid, 1952), que confiesa que su vida es muchísimo peor a lo que muestran sus ya de por sí desgarradoras imágenes. Enfermo de esquizofrenia paranoide desde que tenia 19 años, no toma medicación y su única terapia la constituyen sus propias fotografías. Una de sus imágenes (probablemente escrita con fluidos corporales) contiene el siguiente texto a veces entrecortado con palabras en sucesión sin formar frases completas: he conocido al enemigo de dentro y de fuera. Tengo miedo de seguir utilizando mi sangre, las quemaduras, los azotes, el agotamiento, los clavos. Sólo conservar de mi patrimonio el silencio (…), movimiento, excremento, ritos…

Encerrado en su casa durante veinte años, sin mantener relación con ninguna otra persona y sufriendo ayunos severos que le han mantenido en un estado de máxima delgadez, ha torturado su cuerpo al mismo ritmo que la esquizofrenia ha martirizado su mente. Ha vivido aislado del mundo en un piso de Madrid que nadie sabe donde está. Sin conceder entrevistas, ni ver la televisión ni leer ningún periódico. Sólo algún privilegiado ha conseguido al parecer arrancarle algunas palabras al propósito de sus obras. Vive bajo la tiranía de la tortura y del dolor que él mismo se ha impuesto para enfrentarse a los fantasmas de su mente. La cámara fotográfica ha sido fiel testigo de las autotortura que ha llevado a cabo sobre su propio cuerpo de forma tan salvaje como ritual
De su primera colección de autorretratos en blanco y negro hasta sus dibujos pasando por los escritos que ha realizado, todo ello constituye un intento por expresar su mundo esquizofrénico quizás también indescifrable para nosotros. Este es un reto que como auténtico artista lanza a todos los espectadores. También puede comprobarse una evolución clara en sus fotografías desde la presentación más soterrada con unas imágenes en blanco y negro que medio muestran el tormento a la referencia ya más clara del horror en sus obras a color. Pero, en todo caso, a los observadores se nos ofrecen continuos enigmas desde sus extensos textos y torturas.
Sus fotografías son muy buenas, pero pienso que tanto es el amor de este autor así la fotografía que al hacer todo lo que hizo con su cuerpo, solo para experimentar y hacer buenas fotos, no es muy de mi agrado, se reconocerlo, pero por mi parte es algo que no me gustaría hacer, es por eso que se lo reconozco y siento que es demasiado grande su pasión que su propia vida. Sus fotos ni se diga están demasiado buenas, algo que yo jamás haría y es como que al momento de que mi ojo ve lo elemental, el acto, mi ojo disfruta y mi mente se hecha a volar.


JORGE LUIS BORGES

Buenos Aires, 1899 - Ginebra, Suiza, 1986) Escritor argentino. Jorge Luis Borges procedía de una familia de próceres que contribuyeron a la independencia del país. Su antepasado, el coronel Isidro Suárez, había guiado a sus tropas a la victoria en la mítica batalla de Junín; su abuelo Francisco Borges también había alcanzado el rango de coronel.

Pero fue su padre, Jorge Borges Haslam, quien rompiendo con la tradición familiar se empleó como profesor de psicología e inglés. Estaba casado con la delicada Leonor Acevedo Suárez, y con ella y el resto de su familia abandonó la casa de los abuelos donde había nacido Jorge Luis y se trasladó al barrio de Palermo, a la calle Serrano 2135, donde creció el aprendiz de escritor teniendo como compañera de juegos a su hermana Norah.
En aquella casa ajardinada aprendió Borges a leer inglés con su abuela Fanny Haslam y, como se refleja en tantos versos, los recuerdos de aquella dorada infancia lo acompañarían durante toda su vida. Apenas con seis años confesó a sus padres su vocación de escritor, e inspirándose en un pasaje del Quijote redactó su primera fábula cuando corría el año 1907: la tituló La visera fatal. A los diez años comenzó ya a publicar, pero esta vez no una composición propia, sino una brillante traducción al castellano de El príncipe feliz de Oscar Wilde.
En el mismo año en que estalló la Primera Guerra Mundial, la familia Borges recorrió los inminentes escenarios bélicos europeos, guiados esta vez no por un admirable coronel, sino por un ex profesor de psicología e inglés, ciego y pobre, que se había visto obligado a renunciar a su trabajo y que arrastró a los suyos a París, a Milán y a Venecia hasta radicarse definitivamente en la neutral Ginebra cuando estalló el conflicto.
Borges era entonces un adolescente que devoraba incansablemente la obra de los escritores franceses, desde los clásicos como Voltaire o Víctor Hugo hasta los simbolistas, y que descubría maravillado el expresionismo alemán, por lo que se decidió a aprender el idioma descifrando por su cuenta la inquietante novela de Gustav Meyrink El golem.






MARÍA ZAMBRANO

Nació en Vélez-Málaga el 25 de abril de 1904, hija del pedagogo Blas José Zambrano. Tan sólo permanecería tres años en su tierra natal ya que su familia se trasladó a Jaén y luego a Segovia, ciudad donde María cursó el bachillerato y a la que años después dedicaría un importante ensayo, y donde su padre era contertulio y colega de Antonio Machado, siendo profesor de la cátedra de Gramática Castellana en la Escuela Normal de Magisterio.
Tras doctorarse en Filosofía y Letras por la Universidad Central donde fue alumna de Ortega y Gasset, García Morente y Xavier Zubiri, comenzó a publicar sus primeros ensayos en la Revista de Occidente, precisamente de la mano de Ortega, y se inició en la docencia como profesora auxiliar de Filosofía en la Universidad Central y como profesora del Instituto-Escuela.
Entre 1930, fecha en que publica su primera obra, Horizonte del Liberalismo, y 1936, en que contrae matrimonio con el historiador Alfonso Rodríguez Aldave, María organiza reuniones en su casa de la plaza del Conde de Barajas que se convertirían en uno de los más intensos focos culturales de la vida nacional. En Horizonte del Liberalismo continua la línea trazada por su padre en un artículo publicado en 1919, y donde la lucha por la vida y la lucha de clases, principio y consecuencia respectivamente de la economía liberal, impiden la realización de los postulados espirituales del liberalismo. Sólo la democracia económica puede neutralizar el materialismo que conlleva el liberalismo económico, presentando como alternativa un liberalismo cultural: "Reconozcamos la esclavitud económica y no nos importe ser esclavos de la necesidad -que bajo una u otra forma siempre ha de pesar sobre nosotros - para ser libres en nuestro orbe propio". Este reconocimiento, impuesto en cierto modo por la realidad histórica imperante entonces en Rusia ó Italia, no le hizo a María Zambrano abdicar de su sentido de la libertad. Contribuyó como su maestro Ortega a la llegada de la Segunda República en 1931, y figuró con Machado entre los más destacados intelectuales antifascistas durante la guerra civil.